Israel Téllez rotundo en el Palacio del Arte de Morelia

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El "Palacio del Arte" de Morelia registró tres cuartos de plaza en un cartel en la que la expectación se centraba en el madrileño Julián López “El Juli”, que junto al guanajuatense Israel Téllez le dieron alternativa a Rodolfo Chávez “El Chato” ante un encierro de El Junco, Toros bien presentados pero con poca fuerza, sobresaliendo el corrido en quinto lugar.

El triunfador del festejo fue Israel Téllez que simplemente esta que no cree en nadie, con una gran actitud y sobre todo haciendo un toreo a su estilo, variado pero con madurez y siendo muy efectivo con la espada. A su primer toro le corto dos orejas al que recibió por verónicas, luego un vistoso quite y cumplió con banderillas, ya con la muleta una faena emotiva de menos a más que culmino con una estocada en buen sitio. Con su segundo salió de nuevo a por todas, desempeñando una labor muy torera con la muleta, en la que dejo muletazos de calidad y temple, en una faena que fue variada y que emocionó a la afición michoacana ante la entrega de Téllez que metió la espada hasta la bola para recibir las orejas y dar la vuelta junto al ganadero del Junco.

Por su parte Julián López demostró su jerarquía de primera figura, pero se topo con un lote no propicio para el triunfo, aun así a base de experiencia y maestría logro momentos importantes, a su primero le cortó una oreja, después de un pinchazo y una excelente estocada. Con su segundo que fue protestado por su falta de trapío y además bizco de cornamenta, poco pudo hacer el Juli, ya que el astado dio muy poco juego y aun con la disposición del madrileño, al final falló con el acero para retirarse en silencio.

El moreliano Rodolfo Chávez quien recibió la borla de matador de toros en esta tarde, ante "Deseoso", número 231 con 530 kilos, con el que estuvo bien de capa lanceando a la verónica y luego de varas quitó por chicuelinas, breve pero emotiva fue la ceremonia de alternativa, con la muleta estuvo a la altura de las circunstancias, desafortunadamente a el del Junco le faltaba fuerza y calidad y colaboró limitadamente con el nuevo matador de toros que tuvo solo instantes, al final falló con la espada pero dio una merecida vuelta al ruedo.

Su segundo fue regresado a los corrales pues tenía el pitón izquierdo flojo, y con el primer reserva, estuvo voluntarioso, pero fue poco lo que pudo hacer, fallando con el acero y retirándose en silencio.