Foto: Cortesía César Dao Colina.
*(En memoria a mi abuela Lucía, furibunda y combatiente Faraquista).*La Dignidad Torera es una especie de piedra preciosa difícil de conseguir en la veta de la Tauromaquia.*La Caballerosidad en la torería, matizada paradójicamente con sangre y fortuna, huele, en muchas ocasiones, a lejanía; encontrarla, igualmente, cuesta demasiado. *Propongamos, un ejercicio, pasando la película a cámara lenta, "al ralenti", y tratemos de recordar a los maestros que han atesorado estas dos valores humanos, sobre todo, el de la Caballerosidad; pensamos, si no fallamos en el empeño, que el tiempo para lograrlo no será extenso porque han sido muy pocos los que han transitado por estas valoraciones y por estas arenas...
VALIENTE, CON UN MAPA DE CORNADAS EN SUS CARNES PERO POR ESAS CORNADAS...
*Faraco Alarcón, es un hombre que con su particular sencillez se reviste de grandeza....grandeza que paseó por las más importantes plazas europeas y americanas cuando, desde sus inicios, lo cobijara la linajuda Casa Bienvenida, a la cabeza de Manuel Mejías Rapela "Bienvenida", el bien llamado Papa Negro por Don Modesto, cronista de la época.* Fue torero de mi infancia cuando por las "Arenas" y El Parque de Atracciones lo sacaban en volandas, orejas en mano, portando sobre sus adentros un valor seco que cautivaba los tendidos; valor sereno, estoico, que llegaba al paisanaje en un santiamén. Atesoro, con devota pasión, algunos de los carteles de mano anunciadores de aquellas tardes cuando de boca en boca sólo se hablaba de "Faraquito", y, al conjuro de su nombre, el lleno estaba seguro. *Siempre, con el tiempo, y habiéndolo visto muchas tardes, me preguntaba y repreguntaba acompañado siempre por el tono de la angustia, que si "Mi Tocayito" conocía que la Prudencia formaba parte del Valor; al parecer, con sus jornadas gloriosas o las de plomo, pienso, que no caía en razones porque jamás midió los grados de entrega, de voluntad en el decoro, en la Vergöenza y la Dignidad Profesional....*Faraco, César Faraco, aguantaba con escalofriante decisión las embestidas de los toros y muchas veces, las cornadas fueron pavorosas, sobre todo, aquella de Sevilla...*Tiene su cuerpo suturado por mapas hechos con puntos de sutura que dejan los cuernos de los toros; cornadas que no son más que medallas e himnos que llevan con orgullo los toreros valientes...ah, pero eso sí, por esos boquetes, César, el de Lagunillas merideña, perdió mucha sangre, trozos de vida, pero, jamás, su don de gente educada...de señor entre los señores con un enfoque existencial que ya muchos desearían atesorar... íno de "esos", como decía mi otro tocayo el inefable César Girón,..."sí, esos otros oreruchos bufos que cuando llegan a comerse el primer bistec y se acuestan con la primera mujer ya se creen unas figuras"!
ES QUE EL CLAVEL TIRA AL CLAVEL COMO LA CABRA TIRA PARA EL MONTE...
*San Cristóbal, ciudad donde reside y ejerce como maestro de su escuela taurina, le ha llenado de honores en la noche del pasado jueves para celebrar los (55) años de su alternativa. Mi colega, el destacado docente pero, primeramente aficionado, César Omaña, partió invitación junto con otros amigos de la fundación taurina, para ofrendarle de nuevo a Faraco lo tanto que se le quiere y se le respeta..."ha sido una noche de rumbo y sobre todo, de eso, de eso que a él le sobra, cariño, para tributarle al maestro César Faraco todo lo que representa para nosotros los venezolanos y en especial para sus amigos". *Es que Faraco tiene brillo y glorias que contar; como contar puede el aficionado los grados de afición cuando cada día se va a la plaza tachirense, con burilada pasión, a enseñar la difícil técnica, los conocimientos y el oficio que debe ostentar todo quien se dedique a incursionar la profesión. *No fue, ni es, César, hombre de aires verbeneros, menos un estúpido amo de las pantallas protagonistas; øque sería algo conformista en su periplo vestido de luces?, quizá, pero, su nombre, hay que vaciarlo en lo alto como se vacía la espada en los rubios del toro...cómo no admirarlo, sin géneros de duda, cuando en cada una de sus actuaciones no conocía de miedos en la arena a tal punto que en cada lance y cada pase se acercaba a los bordes del quirófano íporque jamás olvidó que la entrada que pagaba el aficionado era sinónimo del incombustible Sentido de la Responsabilidad!.. "y, con eso tengo bastante" como dice el famoso poema.*øCuántas veces usted se encuentra con alguien en la calle que parece a todo menos a un torero?, muchas....y, cuando usted mira a este César Faraco por las calles de su alma... íHuele a Torero!...es que no habrá vueltas, es que siempre íEl Clavel Tirará al Clavel y...la cabra, pues tirará para el monte!...es que la cabra, nunca, no tira hacia al clavel...
íSER AGRADECIDO ES SER O ES DE BUEN NACIDO!...
*La vida, nos quita cosas pero, también, nos regala momentos irrepetibles, inolvidables. Una de ellas, fue, cuando en el primer Festival de la Amistad celebrado en la Monumental de Valencia, alternaban los maestros Antonio Chenel "Antoñete", César Faraco y este servidor, César Dao.* "Antoñete", estuvo inmenso. *Faraco, por igual. Terminada la lidia, Chenel y yo, nos acercamos a darle la enhorabuena a César y cual sería nuestra sorpresa cuando abrazábamos al caballero merideño, nos dijo, con su habitual bonhomía:- "No, quien debe felicitarlos soy yo que me siento sumamente honrado y emocionado de estar en Valencia y haber alternado con ustedes". *Bien, salud buen maestro, que la luz del sol torero arrope su rostro de niño andino convertido en El Condor de los Andes, como lo bautizó el celebérrimo cronista español Ricardo García "K-Hito" y, acepte usted, una vez más, una íOvación grande, prlongada, cerradísima y redonda, redonda, muy redonda, siempre redonda, similar a las voces de todas las plazas de toros y como el trinar armonioso y tempranero de los lejanos pájaros de Santa Elena donde tengo encendido un pocote de mi amor sereno; siempre, maestro, siempre, en homenaje legítimo que se responde a sus andares toreros y a su don de Caballero de la Tauromaquia..!
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