Después de cuajar una faena importante que debió ser premiada con dos orejas
Por: Redacción | Foto: Arjona
www.mundotoromexico.com El novillero mexicano suma y sigue, y hoy, en el festejo celebrado en Osuna, cortó una oreja con bronca al juez de plaza por no concederle la segunda, en un festejo donde también obtuvo un trofeo Pablo Belando, mientras que José Luis Villalba se fue de vacío.
El resultado completo es el siguiente:
Osuna, Sevilla.- Un tercio de entrada en tarde con viento, sobre todo e los tres primeros novillos. Se lidiaron ejemplares de Hermanos Garzón, buenos y con clase, de los que destacaron 2o., 4o. y 6o.
José Luis Villalba: Silencio y vuelta.
Pablo Belando: Oreja y vuelta.
Diego Silveti: Ovación y oreja con fuerte petición de la segunda.
La actuación de Diego se basó en la quietud y el temple, y al primer ejemplar de su lote, que tuvo calidad pero poca fuerza, lo toreó con pulso desde que se abrió de capote. Después del hizo un quite por gaoneras y más tarde una faena entonada y breve que no pudo rematar con la espada, pues pinchó en dos ocasiones antes de darle muerte.
Al sexto, de pelo jabonero, uno de los novillos destacados del encierro, lo toreó muy bien en una nueva demostración de temple y calidad. La faena cautivó al público, que aplaudió las buenas maneras y el empaque del torero mexicano. A la hora de entrar a matar colocó una estocada entera, que requirió un golpe de descabello, y a pesar de que le pidieron con fuerza la segunda oreja, no fue concedida y el juez fue abroncado.
El resultado completo es el siguiente:
Osuna, Sevilla.- Un tercio de entrada en tarde con viento, sobre todo e los tres primeros novillos. Se lidiaron ejemplares de Hermanos Garzón, buenos y con clase, de los que destacaron 2o., 4o. y 6o.
José Luis Villalba: Silencio y vuelta.
Pablo Belando: Oreja y vuelta.
Diego Silveti: Ovación y oreja con fuerte petición de la segunda.
La actuación de Diego se basó en la quietud y el temple, y al primer ejemplar de su lote, que tuvo calidad pero poca fuerza, lo toreó con pulso desde que se abrió de capote. Después del hizo un quite por gaoneras y más tarde una faena entonada y breve que no pudo rematar con la espada, pues pinchó en dos ocasiones antes de darle muerte.
Al sexto, de pelo jabonero, uno de los novillos destacados del encierro, lo toreó muy bien en una nueva demostración de temple y calidad. La faena cautivó al público, que aplaudió las buenas maneras y el empaque del torero mexicano. A la hora de entrar a matar colocó una estocada entera, que requirió un golpe de descabello, y a pesar de que le pidieron con fuerza la segunda oreja, no fue concedida y el juez fue abroncado.
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