José Tomás dejó la terapia intensiva y se puso de pie

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Por: Adiel Armando Bolio

Contra toda la cizaña que se ha sembrado en algunos colegas de la Madre Patria, mal orientados, vamos, como se dice en el argot taurino, que les “corrieron el toro chueco”, el diestro madrileño José Tomás, tras la rueda de prensa que se realizó ayer por la mañana en el hospital Miguel Hidalgo y que encabezó el doctor especialista en cardiología, Juan Carlos Ramírez Ruvalcaba, dejó ya la sala de terapia intensiva, fue trasladado a terapia física, es decir, a una habitación de piso, y en ella ya pudo pararse e inclusive dar alguno que otro paso, así como recibir algunas indicaciones pare empezar a ejercitar la pierna poco a poco, lo que habla de la estupenda recuperación que ha registrado el “Príncipe de Galapagar”.

Ante la ya importante presencia de su señora madre y de su novia Isabel, el espada ibero aún está bajo una estricta observación pues permanece la preocupación por evitar la presencia de alguna infección en el área afectada por la cornada. Sin embargo y es lógico, el torero ya empieza a mostrar inquietud, primero, por su familia; luego, por recordar lo que sucedió, pues como ya se había apuntado sufre de algunas lagunas mentales debido al suministro de sedantes que se le aplicaron para poder atenderlo, según lo informó el brillante cuerpo médico que encabeza el doctor Carlos Hernández Sánchez.

Entre lo poco que se sabe que ha dicho, se ha hecho público que ha externado su felicidad, además de mostrarse sonriente de manera constante y tranquilo, principalmente porque está cierto de que su familia está con él, “las caras nuestras del primer día y las de este martes son distintas” dijo el cardiólogo Juan Carlos Ramírez Ruvalcaba, quien igualmente argumentó que José Tomás podría estar en el piso que ya ocupa de cuatro a cinco días. Sin embargo, debido a que su evolución va cambiando no se puede asegurar nada sobre la fecha en que se le pueda dar de alta.

Importante ha sido también lo que su doctor de cabecera, Rogelio Pérez Cano, ha dicho con relación a que la pierna del torero está bien, que tiene buen color, además de que ya ha recibido alimentación vía oral, a través de una dieta blanda y que a ello su organismo está respondiendo sin complicación alguna.

Y con mucha prudencia y tratando de acallar las lenguas viperinas, el propio galeno Pérez Cano ha apuntado sobre la absurda polémica de la enfermería del coso Monumental de Aguascalientes que “si no se hubiesen hecho bien las cosas en una situación extremadamente grave no estaríamos hablando ahora”.

Lo verdaderamente importante de todo este embrollo que se ha desatado en torno al grave percance que sufrió José Tomás es, precisamente, cuando él mismo intente o quiera hablar, si lo deja su administración, sobre lo sucedido en la tierra que le ha entregado su corazón y su sangre.