Si echáramos en un cernidor todo lo hecho ayer por los diestros encartelados en el séptimo festejo de la Temporada Chica 2010 en el coso San Marcos, él único en salvarse fue el aquicalidense Efrén Rosales, quien a base de carisma, proyección al tendido y enormes deseos por su valor y afición con el propósito de agradar al respetable, a pesar de no haber “tocado pelo”, logró lo de mayor relevancia. Repetimos, era su tercera novillada con picadores y más allá de verle hacer el toreo con arte, había que apreciarle sus ganas por querer ser.
Fuera de ese cernidor y mereciendo renglón aparte están los subalternos, quienes tarde a tarde siguen dando muestras del buen nivel que tienen, principalmente los aspirantes. Ahora tocó al joven Edgar Camacho salir en dos ocasiones al tercio por sus estupendos pares, además de serle autorizado bregar al toro para rejones y lo hizo con atingencia. De la misma manera habrá que consignar las buenas bregas que realizaron a lo largo del festejo Rafael Castillo en el ejemplar para el rejoneo y Fermín Quiroz, quien igualmente destacó en el segundo tercio. Y, por supuesto, los atinados y justos puyazos que señalaron los varilargueros Mauro, Héctor Cobos y Javier Prado.
Seguramente usted amigo aficionado que asistió ayer al coso San Marcos para hacer una entrada menor a la mitad de su aforo, dónde quedaron las dos vueltas al ruedo que se dieron y la verdad es que si quienes las dieron se jactan de verdad de ser toreros con vergüenza se hubieran “tapado” y no darse una coba que no les sirve para nada. Primeramente el colombiano Juan Camilo Alzate, quien la verdad sea dicha se llevó el mejor lote del encierro de Golondrinas y en consecuencia el astado de la tarde, mismo que le fue al destazadero con las orejas y el rabo. Él sabe que no estuvo a la altura y que dejó ir un triunfo fuerte. Y el rejoneador defeño Emiliano Gamero, quien ha mostrado evidentes adelantos, sí, pero no puede engañarse dando una vuelta después de haber matado a su buen astado de La Punta como lo hizo, de un espadazo que atravesó. Así no se vale.
Ya decíamos que se lidiaron seis ejemplares, de buena presencia, de la ganadería neolonesa de Golondrinas, siendo buenos el primero y cuarto, regulares segundo y quinto, y los complicados tercero y sexto. El de la divisa jalisciense de La Punta para rejones fue bueno y merecía mejor suerte.
De vino y oro, con faja y corbatín en negro, el sudamericano Juan Camilo Alzate tiene variedad en su toreo de capa. Su quehacer con la muleta es aseada y oficiosa pero le cuesta trabajo conectar, como sucedió en su primero para salir al tercio. Pero en su segundo, a pesar de sus buenas intenciones, no estuvo a la altura del buen novillo, dejando ir así un gran triunfo. Le sonaron un aviso y tuvo el desatino de darse una inmerecida vuelta al ruedo.
Eduardo Ortega “El Autlán”, de corinto y plata, con faja y corbatín en verde, mostró falta de rodaje en sus dos astados. Era también su tercera novillada picada y posiblemente presionado por el debut es que en su primero sufrió una aparatosa voltereta. Sin embargo, habría que decir que le puso voluntad y ganas pero no le alcanzaron, aunque salió al tercio, lo mismo que en su segundo, al que salió más asentado pero pudo más su “verdor”. Eso no quiere decir que pueda ser torero, al contrario, tiene que trabajar para ir mejorando.
De negro y oro, con faja y corbatín en rojo, Efrén Rosales es todo entusiasmo y simpatía, le cae bien al público, aún está “verde” pero eso lo suple con mucha entrega y más valor. De su primero rescatamos su voluntad y detalles de gran empaque torero. Falló al matar, le mandaron un bocinazo y escuchó palmas. Y en su segundo le apuntamos un vistoso y variado quite ejecutado a base de una navarra, una tafallera, una caleserina y una chicuelita. Con la muleta se la jugó de verdad con valor y mucha afición. Mató mal y fue despedido con aplausos.
Y el rejoneador a la usanza española, Emiliano Gamero sobresalió al clavar banderillas a una mano montando a “Buendía”, “Ponciano” y “Chicuela”, además de las cortas que dejó cabalgando con “Yiyo” pero todo lo echó a perder con ese “sartenazo” que dejó y que alguien lo equivocara para que se diera la vuelta. Habría que hacer un análisis de la actuación y ser un poquito más honrado con uno mismo. Así las cosas y la verdad es que la empresa está pasando apuros para definir los dos carteles para las novilladas de la Feria Nacional de San Marcos.
Para el próximo domingo se anuncia la octava y última novillada del serial 2010 con el venezolano José Miguel Parra, el hidalguense Javier Gallardo y el zacatecano Antonio Romero, quienes lidiarán ejemplares de El Nuevo Colmenar.
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