El diestro Julio Aparicio ha abandonado el Hospital 12 de Octubre donde permanecía ingresado desde el pasado 21 de mayo, día de su espeluznante cogida en San Isidro. Después de la complicaciçon respiratoria que hace unos días lo mandó de vuelta a la UCI, los acontecimientos se han ido desarrollando con normalidad y la mejoría es palpable. Por este motivo, el sevillano seguirá la recuperación en su domicilio.
Pasados unos minutos de la una de la tarde, Julio Aparicio abandonaba la habitación 346 del Doce de Octubre. Con buen aspecto, la herida del cuello tapada por un pañuelo y por su propio pie, el sevillano lanzaba una mirada al cielo y no pudo hablar. Lo intentó con alguna palabra corta y, sobre todo, por gestos. Así ha querido dar las gracias a la afición y a todo el que se ha interesado por su estado de salud.
Reconociendo con gesto afirmativo que su evolución ha sido un milagro, Aparicio aseguró también que "quiero volver a torear", lo que está en su mente desde el primer día, y que se siente animado.
Su banderillero y hombre de confianza, Rafael González, fue el encargado de transmitir los pensamientos del sevillano. "Julio está animado y es consciente de lo que ha pasado. Pero como torero que es, y que se siente, sólo tiene la mente puesta en volver a torear".
Sobre la recuperación, González asegura que "no se ha puesto ninguna fecha. La recuperación es lenta, pero buena, y sabe que va a torear de nuevo. No sabemos la fecha ni la plaza, pero Julio va a torear este año"
En un ambiente ya más relajado, con el torero rumbo a casa, su bandrillero Rafael González confiesa que Aparicio "está como loco por ir a su finca. Allí disfruta y allí se va a recuperar mucho más rápido". Incluso, entre bromas, Aparicio le pidió "ir el lunes a yoga".
Su apoderado, Simón Casas, también acudió al hospital. "Es la primer vez que he podido verlo, y está muy animado física y psicológicamente. No sabemos cómo ni dónde, pero Julio va a volver a torear este año, eso seguro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario